domingo, 18 de abril de 2010

Incendio en la CHET provocó desalojo e instantes de zozobra

 
Fuente El Carabobeño

El director Jairo Silva ausente en medio de la emergencia
Incendio en la CHET provocó desalojo e instantes de zozobra

Leidy Boscán
Valencia, abril 16 (REDACTA).- El estacionamiento de la CHET quedó transformado el viernes en la mañana en una gran sala de Atención Médica al aire libre, como paso siguiente a la reubicación, después de un desalojo provocado por el incendio que se originó en el cuarto de enfermería del servicio de medicina A, en el edificio de hospitalización.


A las 9:00 de la mañana se iniciaron las llamas en la habitación situada en el segundo piso del hospital. Los pacientes de Traumatología, Emergencia y de las salas de servicio de medicina A y B fueron sacados por el personal del Centro de Salud y funcionarios de Protección Civil, entre los gritos y sollozos de los familiares. La confusión reinaba, pues desconocían a dónde iban a ser enviados sus parientes.


José Escorcha se estaba haciendo unas terapias cuando le dijeron que tenía que abandonar la edificación. Benita Rojas, quien estaba recluida en el servicio de medicina A, relató que todo fue un desorden a la hora del incendio. “No sabía qué hacer, si correr o quedarme allí. La puerta de salida de la emergencia, cuando bajamos, estaba cerrada y eso me provocó más preocupación”, recordó.


Joel Márquez calificó de saboteo lo ocurrido. Piensa que posiblemente el hecho guarda relación con unos presos que estaban recluidos en el área. Esta información no fue confirmada por ninguna autoridad. El director de la CHET, Jairo Silva, y el subdirector, Aquiles Reyes, no se encontraban en el centro asistencial.


Causas del incendio


El primer comandante del Cuerpo de Bomberos de Valencia, Héctor Romero, calificó el incendio como de tercera clase. “Pues las llamas sólo consumieron una habitación”.


En cuanto a las causas del siniestro no descartó ninguna hipótesis. “Es probable que para el lunes la División de Gestión de Riesgo haya determinado la razón del incendio”. Romero precisó que los funcionarios realizaron labores de refrescamiento, puesto que el personal del hospital actuó de manera oportuna.


Se conoció que el área de servicio de medicina A cuenta con 46 camas, y todas fueron evacuadas. A las 10:30 de la mañana 23 pacientes habían sido trasladados a diferentes centros de salud, entre estos Rafael González Plaza, en Naguanagua (un paciente); el Hospital de Bejuma; el Miguel Malpica (seis pacientes), en Guacara; Adolfo Prince Lara, en Puerto Cabello, el Hospital Carlos Sanda, en Güigüe; Simón Bolívar, en Mariara; y algunos CDI de la entidad.


La directora del Hospital Universitario Angel Larralde, doctora Rosa Pérez, declaró que en el centro asistencial fueron recibidos ocho pacientes. Dos en hemato-oncología, tres en medicina interna, uno en cirugía, uno en traumatología y un bebé. También los llevaron a la sala de espera, conocida como La Pérgola, que está en las adyacencias de la emergencia de la CHET.

El presidente del Instituto Autónomo de Protección Civil, Rafael David Loaiza, informó que el ente movilizó 17 ambulancias de Atención Inmediata con el equipo de paramédicos, tres unidades de rescate, cuatro cisternas, cuatro vehículos de operaciones y 18 grupos de voluntarios.


Luis Leonardi La Riva, presidente de Insalud, aseguró que inicialmente se habilitaron, 70 camas para la movilización de las víctimas. El personal de Fundavanza también brindó apoyo durante los momentos de tensión que se vivieron en la CHET.


Al lugar acudieron uniformados de la Policía Municipal de Valencia, Policía de Carabobo y el Cicpc subdelegación Valencia. Este último ente inició las investigaciones del caso, ya que se rumoró que uno de los reclusos que se encontraba en el área siniestrada había escapado, pero varias fuentes negaron la información.


La situación en el centro asistencial fue controlada a eso de las 11:20 de la mañana y algunos de los enfermos volvieron a sus habitaciones.

En la tarde la contingencia en la CHET había sido superada. No hubo un vocero oficial pero sí muchos vigilantes en cada puerta de acceso, observando quiénes entraban al hospital.


Con información de Daniel Pabón y Adriana Chirinos